La literatura actual acerca de la resolución de conflictos tiende a considerar a los crÃmenes en comunidades domesticas "libres de conflicto" como un problema de escasa pertinencia para el análisis y la intervención en conflictos. Hay, por ejemplo, poco cuestionamiento acerca de las supuestos normativos acerca de la criminalidad, y, cuando existe, los trabajos operan como si las narrativas de "criminalidad" fueran la variable independiente y el "crimen" fuera una consecuencia unidireccional de la primera. Usando un análisis narrativo, este articulo arguye que el encarcelamiento masivo en los Estados Unidos es el producto de un conflicto latente de larga data, mantenido claramente por la violencia estructura y cultural sostenida por generaciones de narrativas públicas. Nuestro argumento ilustra cómo el encarcelamiento masivo reside mas allá de las conceptualizaciones estándar de conflictos, con frecuencia victimizando a los criminales, criminalizando a las victimas y ofuscando la dicotomía perpetrador/victima. Usamos como objeto de nuestro análisis el proceso de revisión de la libertad condicional iniciado en junio de 2014 por Terry McAuliffe, Gobernador del Estado de Virginia. Con todo, el método y los resultados pueden ser aplicables en escala mayor a todos los Estaos Unidos. "Crimen," tal cual es considerado en los EEUU, depende de la existencia de una victima, así como de un perpetrador identificable. Concebir al crimen desde una perspectiva narrativa, e integrarlo al campo del análisis de conflictos tiene consecuencias profundas, ya que ofrece herramientas conceptuales y practicas mas refinadas para identificar y responder a las complejidades del crimen en el contexto norteamericano: nos provee una perspectiva novedosa acerca de raza y clase social en las que la emerge la política de la victimización.